viernes, 25 de marzo de 2011

DEFINICION DE GENEROSIDAD

Es servir con auténtico desprendimiento sin esperar nada a cambio, buscando el bien de los demás.







CARACTERÍSTICAS DE LA GENEROSIDAD


  • Da a los demás más allá de lo que nos corresponde por justicia u obligación.
  • Implica la capacidad de salir de nosotros mismos y, por un acto de amor, enfocar las necesidades de los otros.
  • Expresa en diferentes dimensiones de la acción humana: En la dimensión material significa compartir nuestras pertenencias. En la dimensión espiritual consiste en poner nuestras capacidades y atributos al servicio de quienes nos rodean mediante una acción objetiva de ayuda.
  • No tener apego a los objetos
  • Ayuda a quien no tenga forma de recompensarte.
  • Ser generoso significa estar dispuesto a dar todo sin esperar algo a cambio. Aprende a dar de forma desinteresada.

IMPORTANCIA DE LA GENEROSIDAD


La generosidad forma parte de la naturaleza humana, por tanto esta es de suma importancia ya que es una virtud propia de las personas con sentimientos nobles. Generosidad es mantener el ánimo compasivo y tener un corazón atento a los actos que realizan otras personas para brindarles ayuda cuando lo necesitan. La generosidad está basada en el amor hacia los demás; y cuando no sentimos amor por nuestros semejantes, difícilmente sentimos generosidad o bondad. Al amparo de lo afirmado, somos generosos cuando pensamos en las necesidades de los demás y estamos dispuestos a dar de nosotros cuanto es necesario para aliviar los padecimientos que otros sufren. Las personas generosas conocen ampliamente el significado del verbo "dar", proporcionando no sólo dinero u objetos, sino también felicidad, cordialidad, amor, compañía y tranquilidad. El generoso no pasa un día en que no conjugue los verbos proporcionar, donar o ceder, a sabiendas de que al compartir, disfruta dando.

CLAVES PARA DESARROLLAR LA GENEROSIDAD


Anímate a compartir con los demás. Comparte y ofrécele lo mejor que tengas a quien lo necesita. La generosidad es la expresión de una infinita capacidad de amar. ¡No seas indolente!

Extiende tu tolerancia. Acércate a los demás con una actitud abierta de respeto y aceptación. Recuerda que aun cuando no estés completamente de acuerdo con la forma de actuar o de reaccionar de los demás, cada persona tiene su punto de vista, su forma de pensar y su manera de actuar, al igual que tú.

Practica la gratitud. No hay mayor fuente de plenitud que el agradecimiento. Reconoce y valora todos los regalos esenciales que recibes cada día, inclusive los más pequeños. Piensa en todo lo bueno y lo positivo que has conseguido hasta este momento.

evita juzgar. Hacerlo hará que las otras personas se sientan más cercanas a ti y dispuestas a conversar y a compartir. Podrás verlas tal como son para comprenderlas y aprender siempre algo de ellas, a través del intercambio y la generosidad.

Valora todo lo bueno que otros aportan a tu vida. Es importante aprender a reconocer y resaltar el aporte que otros hacen a nuestra vida. Usar frases de reconocimiento para expresar nuestra gratitud hará que se sientan motivados a vivir la diferencia. Si analizas cada uno de tus logros verás que no hubieran sido posibles sin el apoyo o la participación de otras personas.

Da sin esperar. Cuando hagas un favor, no te quedes esperando a que te den las gracias o te reconozcan por lo que hiciste. Tampoco te quejes o busques cobrarle a la persona más tarde. Hazlo con entrega, excelencia y generosidad.

Envía un mensaje de apoyo y cariño. Haz una nota con frases como: ¡Eres especial!, ¡te quiero mucho!, ¡sé que eres una persona exitosa! Y colócala en un lugar donde tu pareja, tus hijos o amigos puedan encontrarla.

Practica el perdón. Llena tu corazón de amor, y envíale un pensamiento de perdón a esa persona que te hizo sentir herido. Sana el resentimiento y libérate de ese recuerdo.

Realiza un acto bondadoso. Hacer acciones solidarias, positivas y amorosas -sin interés- nos ayuda a sentir mejor. Infórmate sobre las iniciativas que existen para prestar servicio comunitario y colabora con alguna de ellas.

Escucha con atención. Prestarle atención a los demás enriquece tu vida y fortalece tus relaciones personales.

APLICABILIDAD DE LA GENEROSIDAD EN LA FAMILIA:


  •  Ayudar en las labores que cada uno realiza en el hogar
  • Tener mesura al gastar dinero en cosas que no son de utilidad y afectan la economía
  • Pedir permiso para los paseos con amigos, así como el estar consciente de que nuestros padres no pueden tener dinero para darnos cuanto nosotros solicitamos
  • Convivir con los miembros de la familia, así tengamos que renunciar a parte del tiempo libre personal

El niño puede aprender a ser generoso
  • Cuando es animado a ser dadivoso con los demás
  • Cediendo sus juguetes en el juego
  • Escuchando cuentos que hablan del tema
  • Cuando comprende qué es ser egoísta y generoso
  • Compartiendo sus juguetes, caramelos
  • Regalando sonrisas y cariño
  • Viviendo en un ambiente de participación y servicio a los demás
  • Viendo que sus padres ayudan a otros padres y les hacen favores
  • Identificando las necesidades de los demás



APLICABILIDAD DE LA GENEROSIDAD EN LA EDUCACIÓN:

Uno de los objetivos en la formación de los chicos es que sean generosos, es decir, que actúen en favor de otra persona desinteresadamente. Pero en los pequeños, esta virtud está poco desarrollada y suelen actuar por otros motivos: por agradar a la persona que aprecian o por conseguir una contraprestación.    Es claro que resulta más fácil hacer un favor a una persona que nos resulta simpática (un hermano, un amigo) que al que nos cae mal. Este hecho se da especialmente en la adolescencia, en la que se juzga a las personas sin matices: son buenas o malas, simpáticas o antipáticas. Y los actos generosos se dirigen hacia los simpáticos y buenos. Pero esto no es auténtica generosidad, porque no se actúa a favor del que lo necesita, sino a favor del que me cae bien.   Para educar a los niños en esta virtud habrá que ir poco a poco, como por un plano inclinado. Primero ser agradables a los simpáticos y luego, con esfuerzo, con todos los demás. Si los padres aprueban los pequeños esfuerzos que hacen sus hijos, les estarán motivando a seguir con estos actos generosos.



El segundo motivo es ser generoso para conseguir una contraprestación. Esto se da cuando un niño presta o regala una cosa que necesita un compañero, pero sabiendo que otro día, cuando él necesite algo, el compañero tiene obligación de contraprestar. Es como si dijera: me debes un favor. O te doy para que me des. Esta conducta si se realiza de forma intencionada puede terminar en el egoísmo.

Por otra parte, el niño es egocéntrico, todo gira en torno de él. Pero los padres pueden abrir nuevos horizontes descubriendo que hay otras personas que necesitan algo que el chico les puede dar. Esto puede resultar más fácil si en la familia se vive un ambiente de participación y servicio a los demás. Tanto en las familias como en las escuelas es una práctica común establecer “encargos” o tareas concretas en favor de los demás y con espíritu de servicio.

Para seguir en este camino de formación, los padres o profesores pueden enseñar a los chicos el valor de lo que poseen, ya sea dinero, objetos concretos o su tiempo. Y en un segundo momento hacer descubrir las necesidades de los demás y el valor de dar algo de lo suyo aunque cueste esfuerzo.

VARIOS VIDEOS SOBRE GENEROSIDAD Y SU ANTIVALOR EL EGOISMO





VIDEO "QUE PASA SI LO DOY TODO"

LO MARAVILLOSO DE DAR SIN ESPERAR NADA A CAMBIO...

CANCION "QUE CANTEN LOS NIÑOS"

CANCION


YO VENGO A OFRECER MI CORAZÓN
INTÉRPRETE: FITO PÁEZ

¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón.
Tanta sangre que se llevó el río,
yo vengo a ofrecer mi corazón.

No será tan fácil, ya sé que pasa.
No será tan simple como pensaba.
Como abrir el pecho y sacar el alma, una cuchillada de amor.

Luna de los pobres, siempre abierta,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Como un documento inalterable,
yo vengo a ofrecer mi corazón.

Y uniré las puntas de un mismo lazo,
y me iré tranquilo, me iré despacio,
y te daré todo y me darás algo,
algo que me alivie un poco nomás.

Cuando no haya nadie cerca o lejos,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Cuando los satélites no alcancen,
yo vengo a ofrecer mi corazón.

Hablo de países y de esperanza,
hablo por la vida, hablo por la nada,
hablo por cambiar esta, nuestra casa,
de cambiarla por cambiar nomás.

¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón.